Cosa impensable hace pocos años, el parlamento de Kenia trató el tema del SIDA. A nivel oficial era casi "tema tabú". La presión de las grandes farmacéuticas, que viven de las enfermedades era muy fuerte. Muchos pensaban que las soluciones solo podrían llegar desde el Norte desarrollado.
El 1 de diciembre de 2010, con ocasión de la Jornada Mundial contra el SIDA, entró en vigor una ley sobre el tema. Se llevaba discutiendo desde 2006. Un largo camino que esperamos continúe para seguir buscando soluciones desde el lugar.
La ley se va poniendo en practica poco a poco-aquí todo va lento- autoriza a los tribunales a imponer una multa de 500.000 chelines (5 mil euros) o bien siete años de cárcel a quienes, sabiendo que están enfermos, infectan a otra persona, al menos que ésta esté al corriente del riesgo que corre.
Una pregunta surge espontáneamente: ¿es suficiente una multa o unos años de cárcel para convencer a los africanos de la necesidad de parar la infección del SIDA?.
¿No se debería recurrir a medios mejores, más convincentes y seguros, que responsabilicen a las personas?